
Mielinización durante el desarrollo y mielinización en el adulto.

El proceso de mielinización era considerado en el pasado como un proceso innato que afectaba de manera uniforme a los axones de determinadas neuronas (neuronas mielínicas). Durante el período postnatal se producía la multiplicación de los precursores de los oligodendrocitos, seguida de su diferenciación en oligodendrocitos maduros.
Los oligodendrocitos formaban vainas de mielina sobre determinados axones, los denominados axones mielínicos. Además de este programa postnatal innato, en el sistema nervioso central se ha investigado otro programa de mielinización inducible en el adulto por la actividad neuronal. Este segundo tipo de mielinización adquirida del adulto determinaría la formación de nuevos axones mielínicos y la remodelación de los existentes, con lo que se conseguiría una mejor adaptación funcional del sistema nervioso. Frente a los patrones uniformes de la mielinización postnatal, se han observado patrones variables de mielinización, en el adulto, en los axones de las neuronas piramidales corticales y en los axones del cuerpo calloso. En el cuerpo calloso de roedores adultos, hasta el 30% de los axones carecen de mielina y pueden experimentar mielinización.
El proceso de mielinización puede ser inducido por la actividad neuronal ligada a diferentes tipos de experiencias. En niños y en primates jóvenes, se observó que alteraciones de la conducta social estaban relacionadas con alteraciones de la sustancia blanca. El aislamiento social de ratones jóvenes durante un período crítico provoca alteraciones de la sustancia blanca en el córtex prefrontal. En los oligodendrocitos maduros se observaba una drástica reducción de las ramificaciones, con adelgazamiento de la vaina de mielina. Si los ratones eran tratados con una molécula inductora de la diferenciación de los oligodendrocitos, durante el período de aislamiento, se normalizaba el número de oligodendrocitos maduros, la mielinización y la interacción social.
La mielinización se modifica durante el aprendizaje motor, el aprendizaje musical o el aprendizaje de una segunda lengua. Se producen modificaciones en la microestructura de la sustancia blanca, proliferación de las células precursoras de los oligodendrocitos y aumento de la diferenciación de los oligodendrocitos. La eliminación de receptores sensoriales se acompaña de una disminución de oligodendrocitos por apoptosis.
Los cambios de mielinización no implican siempre el aumento de la mielina y de la velocidad de conducción. Por el contrario, la mielina puede disminuir, con lo que disminuye la velocidad de conducción. Los cambios en la velocidad de conducción en diferentes axones permiten sincronizar impulsos paralelos con una precisión temporal del orden de milisegundos.
El proceso de mielinización y su estabilización dependen, por una parte, de la actividad intrínseca de los oligodendrocitos y por otra, de la actividad neuronal que actúa sobre los oligodendrocitos a través de neurotransmisores y neurotrofinas.
